Otra mente de otro reino
que se funde como el fuego
se pregunta si en el cielo,
la respuesta que ella busca
se encontraba,
sólo era un necio.
Caminaba en el desierto dulcemente como el viento,
la voz que acompaña susurra locuras a oído atento.
Discuten amables
de putas,
de reinos,
de la tolerancia que ayer se halló muerta,
colgada de árbol gigante de lodo.
No hay esperanza en este pozo sin fondo,
y sólo buscando
entre sangre y órganos encontraremos
la respuesta de todo.
El yo ahora es mío,
el yo ahora entiendo,
el cambio ahora mío
y yo el comienzo.
28/10/2014